“Recuerdo que fui al dormitorio de Matt y Cameron la noche anterior a llorar, no sabía ni por qué, básicamente de infelicidad. Recuerdo decirles que estaba dispuesta a estar abierta en Medjugorje, que oraría e iría a misa. Impresionante”. Así llegó a Medjugorje, donde la gente reza el rosario, se confiesa, va a misa y se pregunta si realmente la Virgen se aparece a los videntes en este pueblecito de Bosnia.
Emma pensó que no era tan duro. Rezó sus rosarios como se había comprometido, acudió a misa e incluso intentó confesarse. En realidad no llegó a ser una confesión porque se dedicó más bien a plantear al sacerdote sus interrogantes. Por ejemplo, ¿podía a Dios gustarle que alguien que no cree en Él le dirigiera padrenuestros, sin fe? “La oración no es sólo que tú le hables a Dios, sino que Dios te habla a ti”, le avisó el sacerdote.
Un reto a la Virgen María
El siguiente gran punto de inflexión llegó en ese día. Emma decidió que necesitaba acudir a María. Desde ese día, se centró en una sola petición: “María, si Dios es real, pruébalo”. Y lo rezaba con 10 avemarías, ayudándose de una pulsera que su hermano le compró allí porque ella le pidió “una de esas pulseras decenario del rosario, de esas que nadie sabe que son rosarios en realidad”. Lo rezó durante una semana.
Inmediatamente después, toda la familia viajó a Canadá para un encuentro del sistema de evangelización juvenil Net Ministries. Era el retiro que iba a formar a 60 jóvenes para dedicar 10 meses enteros, a tiempo completo, a evangelizar de escuela en escuela y parroquia en parroquia. “Yo iba a aquel campamento de niñera, con mi sobrino Liam”, recuerda.
Una oración carismática
Llegaron al campamento cuando todos los asistentes habían empezado ya una intensa oración de alabanza al estilo carismático. “Había una banda de música con los 60 voluntarios en alabanza y adoración, y no se parecía a nada que yo hubiera visto antes. Eran muy carismáticos en su oración, con las manos levantadas, muchos alabando de forma espontánea, cantándole muy fuerte a Dios. Pensé que parecían absolutamente ridículos”.
“Diez minutos después, me sentí incómoda y me di cuenta de que todos parecían muy felices, que cada uno de ellos tenía un gozo auténtico, y me puse a llorar. Entré en la capillita y me senté ante el Santísimo. Recuerdo orar así: ‘Dios, ya no quiero ser solitaria, no quiero buscarte en los sitios equivocados, quiero lo que tiene esa gente, y si lo que tienen es a Ti, te pido que te reveles a mí y me des el don de la fe’”.
La clave: que Dios es muy, muy, muy grande
Al día siguiente, Emma escuchó una charla sobre el amor de Dios. Eran cosas que ya había oído antes, pero las sentía ahora de otra manera. En cierto momento, el predicador dijo: “Dios mató a parte de Sí mismo para salvarte… ¿cómo puedes concebir eso?” Y esa frase puso en marcha una experiencia extraña en Emma que la desbloqueó espiritualmente. Ella asegura que fue así como “María respondió a mi petición”.
¿Cómo concebir que… cómo concebir que…?
Emma quería ver a Dios, oír a Dios. Pero ahora entendió que Dios era demasiado grande. ¡Demasiado grande! “Recuerdo que me di cuenta de que Dios es tan, tan, tan grande… y que yo intentaba encajonarlo en mi cabeza… pero Él es infinito, no hay forma de que nunca pueda entenderlo al cien por cien. Y lloré y lloré, fui corriendo y le dije a mi hermano la buena noticia: Dios me había dado el don de la fe, y por primera vez sabía sin duda que Dios era real, que me amaba, que amaba a todos, y quería tener una relación conmigo en la tierra y en el cielo”.
Una semana orando avemarías y pidiendo la intercesión de María habían hundido su ateísmo.
Dos años de evangelizadora a tiempo completo
Ahora tenía experiencia. Esa semana con Net Ministries experimentó la adoración eucarística, su primera confesión en 5 años, la misa en plenitud. Conoció a muchas personas y sus viajes de fe. Y decidió servir al Señor. Durante dos años se dedicó a la evangelización de jóvenes a tiempo completo con Net Ministries. En 2010 y 2011 viajó de ciudad en ciudad por Canadá, distancias enormes, todo un año tocando y cantando y predicando con el equipo de Net. Desarrolló el hábito de la oración diaria. Podía combinar sus dos pasiones: la música y Cristo.
A partir de 2012 sacó un par de discos de música muy distinta a la que había hecho como atea, y en 2014 se integró en Interior Castle, su grupo actual. Hoy vive en Inglaterra, con una economía más que austera pero con una gran alegría espiritual y musical.
https://www.youtube.com/watch?v=yyJmeXkJFNg
Fuente: www.carifilii.es